martes, 19 de mayo de 2009

Remedios para el corazón

Encontrar el equilibrio para el corazón puede resultar ser una tarea imposible. Quizás, aquella persona que nos dijo adiós caló de manera tan honda en el alma que para tener la paz y el olvido solo es cuestión de que pase mucho tiempo. A veces pienso que el amor tiene goteras en el pensamiento; agujeros de colador que dejan filtrar lo mejor de una persona de manera muy sutil; incorporandose en nuestra vida para tomar lo mejor de nosotros mismos. Sufrimos, lloramos, reimos, se nos pierde la mirada en tonterias soñando y queremos escapar de el por temor a herir nuestro sentimiento pero aun así quedamos más enganchados si cabe... Nos acompaña de día, de noche y está más a nuestro lado que la sombra de nuestros pasos a la luz del sol. Si la persona amada está lejos basta para idealizarla más si cabe y... todo es un laberinto. Describir lo que se siente al estar enamorado-a, no basta con una simple entrada de cuarenta lineas. San Juan de la cruz decía " !Oh llama de amor viva que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro!. Pues ya no eres esquiva...acaba ya si quieres, !rompe la tela de este dulce encuentro!"...
He conocido a gente sencilla que lo ha dado todo por amor. Nunca han escondido sus sentimientos y siempre se entregaron con verdadera alegría al amado-a pero, lo que verdaderamente me ha impresionado de ellos, es la facilidad que tuvieron para olvidar el desamor. Cuando les pregunto me dicen que el amor es la pura alegría de vivir y motivo para quererse aún más pero, cuando llega el dolor del fracaso, sólo les sirvió para crecer todavía más como personas. Han sufrido, han gozado hasta empaparse y se han desilusionado cuando aquella persona a la que amaban resultó ser nada. Tienen una filosofía de vida ejemplar. El corazón puro es lo más maravilloso que nos puede regalar la naturaleza y yo, que creo en Dios, me descubro ante la maravilla de lo que es la vida y de sentir las cosas de esta manera. Vivimos en un mundo salvaje y me canso de escuchar a gente que desprecia a Dios por todas las injusticias que pasan a diario. Esta noche quiero dirijir mis palabras a lo palpable, a lo que todos sentimos en alguna ocasión y no a lo que es cuestión de creer o no. El amor inunda cada rincon de este mundo y eso todos lo sabemos. Basta con poner música sabiendo que el no se cuantos por ciento de las canciones, son de amor.
Terminar este texto me hace subir la mirada y pasearla por el título. Sonrío. Remedios para el corazón son tan variados como diferentes son los casos que nos suceden. Contra el amor fracasado no existe el olvido de la persona ni muchísimo menos porque, eso nunca se olvida. La recuperación de ese fracaso sólo tiene una salida y en mi caso tiene una sentencia final: " El olvido no es el no poder recordar. El olvido eres tú cuando ya me das igual..."

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