sábado, 14 de noviembre de 2009

La pierna de plástico Nº 9 de un mercadillo

No había nada comparable a ella. Hacíamos el amor cada fin de semana a escondidas en la habitación. Todos los sábados por la tarde me esperaba desnuda en mi imaginación… y su pierna era irresistiblemente perfecta… No sé el porqué, pero quedé atrapado por ella. En mi memoria durante la semana aparecía el resto de la maniquí y su pierna como algo mágico y verdadero a la vez; una pierna perfectamente imperfecta que me llamaba al sexo. Cada Jueves pasaba por el mercadillo y me paraba delante de un puesto donde todo eran señoras menos yo, y me dedicaba a examinar el género concienzudamente... La pierna número nueve. Sí, esa era la que me enseñó a dar besos al aire recreándome en la imaginación mientras me revolcaba solo en la cama como un poseso. Más de una vez quise secuestrarla y arrastrarla por detrás de aquel furgón; poseerla y hacer del erotismo un arte para amar el plástico. Durante toda la semana la esperaba con impaciencia hasta que llegaba el jueves...y allí estaba: inconfundible entre sus hermanas gemelas; con un toque erótico que me volvía loco...siempre quise tocarla y abrazarla pero no encontraba la manera. A veces me hacía el distraído y al pasar por su lado arrojaba una moneda al suelo: Era el momento perfecto para acariciarla, tocar esa pierna con ese tobillo que daba la sensación de bailar un eterno tango o un baile de cancan al estilo del viejo oeste. Pero no la tocaba por miedo a sufrir múltiples orgasmos en público. Desde que la vi mi vida ha cambiado por completo. Solo tomo comida plastificada y gominolas por aquello de la goma. Incluso he excavado una especie de zulo en el cuarto de baño de casa para que sólo sea mía...solo mía...!!!que deseo más lujurioso!!. Apenas duermo, he dejado de ir a la oficina, no visito a los amigos y tampoco me tomo mi cubata de ron con coca-cola. Ella esta presente en mi pensamiento y no sé lo que voy hacer. Ayer la fotografíe con la cámara de mi móvil y ya he cargado cuatro veces la batería. Apago la luz del cuarto y aparece en la pantallita como una actriz de cine a la que yo, me entrego al onanismo puro y duro.
No se lo que hacer doctora.--¿Doctora?---¿Me escucha doctora?(abre los ojos tumbado en el diván y ve una falda, unas piernas, unas medias. Las medias de su amor. Se lanza por ellas y del golpe se vuelve a caer de la cama. Su mujer enciende la luz y le dice...!!!Manolo!!! Estoy seriamente preocupada contigo. Te dije que no tomaras mas enfermos mentales en tu consulta porque te afecta muchísimo.

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