jueves, 27 de octubre de 2011

Debajo de las palabras

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Nunca está mal que en algunas ocasiones el corazón se nos haga demasiado grande. Por supuesto que ese momento tan tan tan tan ¡¡TAN!! especial, nos puede dejar sin palabras y quedar en puntos suspensivos...Aún así, me gustaría no ser extremista como los aumentos de un microscopio y sí en insistir mucho en ese "mudo" mundo de palabras al apreciar de forma tan especial las cosas que nos contamos a diario...
Percibir nuestro leguaje, carece a mi parecer de ser motivo de disgustos (que los hay) y tampoco por sentir una dicha enorme (que también las hay) sólo deja sitio a la intimidad de ese diálogo que mantenemos con nuestro propio corazón. Sin duda, cada persona tiene una identidad en el pensar y de recibir mensajes muy profundos y es allí, donde las palabras en ocasiones no suelen llegar. Este intento de ser conciente y traductor de mi pensamiento me deja muchos puntos suspensivos por aclarar...
Sentir el arte y comprenderlo es lo más sincero y noble que he conocido. Para mí, la música es fundamental en mi vida y sin embargo, me deja muchos puntos suspensivos. Abarcar nuestro mundo interior también me parece tarea imposible. El secreto de escuchar consiste en saber apreciar todo aquello que se percibe con todos los sentidos pero traducirlo en arte, es cosa de ser artistas...

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