La maravilla de mezclar todo aquello que fue, es y también lo que, nunca existió. La música me ofrece tantas cosas...Mis mejores sentimientos se mezclan con los mejores deseos. Vuelo en mis sueños favoritos y alcanzo la plenitud. Quizás a mis años y con estos tiempos que corren la felicidad esta algo desfasada. Pero aun así, me sumerjo en mi mundo interior. Disfruto de todas esas cosas escasas de valor monetario y de pronto me viene el título de mi último libro: " Sobre la felicidad a ultranza ".
Me baño en una sensibilidad especial de recuerdos, palabras e imágenes...cosas que son reales para mí y posiblemente una estupidez para ti . Mis pensamientos entrelazan caricias de terciopelo. Sonrío en mi soledad y mis labios rebotan en mi corazón que no para de contarme muchas cosas más. Ofrezco y me doy gratuitamente. Me lleno con llenarte y tu además, me llenas con tu atención: la maravilla de la sencillez hecha felicidad.
Aquel programa de radio comenzaba así: " No conozco tu rostro ni tu nombre, ignoro donde vives y lo que amas pero, desde esta isla de música y palabras, sé, que estás ahí..."
Comienza mi tiempo de Otoño y lloro tu ausencia. Es agradable este sentimiento tan espeso que se me hace muy agradable. La felicidad es inteligente y muy muy agradable... A veces se viste de nostalgia, otras de lluvia y otras de risas incontenibles. Supongo que retener tantas cosas en equilibrio es cosa de ser artista. Llegan los días más cortos, las noches más largas y el recogimiento de los recuerdos que me abrigan.
El final siempre llega.
El recuerdo pasa su factura.
Lo mas bello se
prolonga ausente de tiempo.
Nunca lloraré ese final pues
dentro de mi corazón,
te ensanchas mucho más allá...
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