jueves, 20 de junio de 2013

Sin ella



Aquella noche George no podía. Simplemente, estaba en las últimas. Aquella canción de gramola apuraba los últimos 50 céntimos, los que ponían fin a su noche de crisis por ser aquella noche, Nochebuena...
Las prostitutas cantaban villancicos a un borracho que las invitaba y Paul, pobre Paul, vomitaba recuerdos en un rincón. Ojalá, la dulzura de las palabras más tristes, tuvieran eco en los corazones más amargos. Ojalá Paul no vomitara bilis y George, no estuviera en crisis para pasar hambre el día de Navidad. Eran malas épocas para los locales de alterne; la gente vaciaba sus bolsillos en cosas más provechosas...
John servía las últimas copas e invitaba a la última ronda a tan distinguida clientela. Este barman era un tipo un poco peculiar por ser mariquita. Mana cantaba en la gramola "Si no te hubieras ido" y Susan por ser Mexicana, añoraba más su tierra...Paul se recuperaba de la resaca y cuando Susan se interesó por el, la conciencia le daba muchas vueltas en la cabeza por no entender la realidad. La presión sanguínea se le puso al borde de la muerte. Los ojos se le perdían en el infinito hasta dejarse caer muerto de asco. Susan gritó y se abrazó a el aguantándolo por no dejarlo caer en su propio vómito. Dios sabe porqué, Maná cantaba...."Si no te hubieras ido sería tan feliz...y Paul murió en brazos de Susan.
El amanecer olía a serrín de carpintero...




 

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