lunes, 5 de mayo de 2014

A imagen y semejanza


Qué pena es la que nace de la nada...Cómo puedo alcanzar la plenitud en mi vida si no siento a mi corazón agitarse en primavera. Cual es mi dolor que se pasea silencioso por cosas que no hallo mas que en el deseo. Pena honda que no ahoga pero que la siento en mi garganta y sube hasta mis ojos, cansados de tanto esperar. Furtiva lágrima que no cae sino, que vuelve cristalina mi mirada. Amor de mi corazón hecho jirones de tanto arañazo; de excavar en lo más profundo, en la esencia desde donde Dios me habla. Qué pena es la que nace de la nada en esta noche romántica...




1 comentario:

Amando García Nuño dijo...

Seguramente, todo nace de la nada, la pena también. Y vive, y se reproduce, y muere. En la nada. Pues nada.
Abrazos, siempre