miércoles, 3 de agosto de 2016

México lindo



Soy buscador de sueños que se hacen realidad. Esos sueños son realidades de cuyo significado, el hombre no podría vivir sin conocerlo...He llegado hasta aquí atravesando el océano para buscar lo que perdí en mi querida tierra. En esta tierra árida, plena de sed y de hambre, he encontrado este fruto de la naturaleza que fué cultivado por el amor. Con sudor en mi frente cansada tomo mi aliento que se perfuma de recuerdos y alza la mirada hacia el cielo donde perdí a mi amor...

Me pregunto sobre los sinsabores de la belleza; cuanta gente busca en sus adentros el secreto que vuela como el perfume de estas flores. Llevo en mi cantimplora anís Machaquito de mi tierra que me calma del desaliento y pone el alma en su sitio...pero el dolor sigue y sigue, me persigue con las leguas andadas en esos caminos de Dios buscándome o huyendo; por miedo a mi pérdida o mendigando un corazón como el de mi amor...

Tenía la felicidad al alcance en sus labios. Me sentía colmado y pleno de vida cuando hacíamos el amor cuando por aquellas noches de verano, las lágrimas de San Lorenzo iluminaban el campo y el cielo envuelto perfúmenes de Jazmines y Damas de Noche; Albahaca y Hierba Buena...Pero mi boca esta seca en la hebriedad de este anís de Rute que tantas penas me quita. Busco un significado a todo lo que sentí en el pasado y por Diós que ahora en este campo de tierra extraña no lo encuentro. Arañando en peleas por todo Mexico fuí un loco Español que bebía Anis Machaquito donde había Tequila...Su recuerdo me atormentaba en la imaginación y hasta despertaba en medio de un callejón abrazado a la nada más absoluta...

Esta mujer que Dios la bendigue, me ha secado el sudor y las lágrimas. El desierto ha poblado nuestros rostros ya viejos en vivir pero, ella con todo el tacto del mundo me preguntó que qué era lo que persigo porqué si, de esta manera, perderé la vida...La miro con ojos de anis Rute, perfume de sus flores y polvo del camino y le digo:
- Sé lo que es el amor y lo he sentido profundamente. He amado hasta perder el juicio pero aún así, no encuentro a mi corazón. Cuando ella murió, yo también fallecí y he vagado por este mundo hasta conocer en mi algo tan simple como lo que sentí por ella. He conocido a la peor gente y los peores antros pero, no he conocido a mi corazón que parece inerte por causas extrañas...

- Aquella anciana me abrazó y un escalofrío me recorrió el cuerpo dicendome con toda ternura: Todo lo que sentiste y parece que has olvidado sin olvidarlo, se llama PUREZA...


2 comentarios:

BEATRIZ dijo...

Acabo de llegar de México y entiendo esa narración tuya. Yo en cambio disfrute como enana los días que se fueron como agua, espero un día contar algo.

Saludos.

Sara O. Durán dijo...

Tejiste la historia, la nuestra: mexicana y española con hilos sutiles y a la vez los más resistentes, que sob los sentimientos, para narrar el dolor de aquel hombre conquistador de tierras, quien dejó atrás su corazón y embriagado de Anís Machaquito, fue dejando por tierras conquistadas, migajas de su propio corazón a la orilla del camino, para señalar el regreso hacia lo que tanto añora de esa tierra, de esa mujer de su existir pasado, lo que ya no serà posible y lo sabe pero el Anís Machaquito le mantienen anestesiado su sufrir... Hasta encontrar o ser encontrado por la anciana que toca el centro de su ser, quizá para reivindicarlo, quizá para... No se sabe a ciencia cierta el desenlace, quisiera creer que allí renació en él mismo un gran hombre, liberado de pasado, de pesares y penas, para dedicarse en cuerpo y alma a conquistar su interior y liberararse al fin, para encontrar la luz.
Este trabajo que has realizado, mi amigo, es de premio de concurso. Me ha fascinado!!
Muchas gracias por ser tan sol que iluminas a kilómetros.
Un fuerte abrazo y besos Machaquito.